domingo, 15 de diciembre de 2013

Invierno superación

Cuando el concierto termina, empieza el próximo concierto. Y aunque parece triste es maravilloso. La adrenalina de estar subidos en nuestro modesto escenario nos bulle en la cabeza y nos hace pensar en la próxima canción que se montará, en el siguiente reto que podríamos ponernos profesores y alumnos. 
Detrás del concierto de hoy hay trabajo de todo tipo. Diseño gráfico, impecable trabajo académico de cuatro meses, mucho estudio, implicación de las familias, labores burocráticas y de logística, ensayos que siempre parecen imposibles de organizar y que el bendito whatsapp termina haciendo posible (además de hacernos reir un rato), generosidad por parte de todos, colaboración desinteresada y entusiasmo. 
Y el resultado final esta vez ha sido unánime: superación. 
Todos los participantes en el concierto de hoy se merecen su bravo y su aplauso porque hay una historia detrás que merece la pena conocerse y tenerse en cuenta. Se han superado obstáculos, barreras, dudas, cansancio, estrés, miedos, malestares, dificultades, pérdidas... Nos hemos superado. 
Y hasta en las ausencias hay superación. Por primera vez en muchos años no ha habido violines en el concierto pero debéis saber los que no lo sabéis, que ha sido porque nuestra profesora de violín, María Díaz-Caneja, estaba tocando en el Auditorio Nacional esta tarde con la Orquesta Nacional. Otra clase de superación, desde luego. 
Así que para que no se nos olvide este estado de gracia de hoy, para que se mantenga en nuestro ánimo, dejemos constancia aquí de lo felices que nos pone la música y de que vivir estos conciertos desde dentro sin duda merece la pena. Y a los que vinisteis a vernos, mil gracias, porque sin público nada de lo que ha pasado hoy es posible.