A Boris le encanta el: "papá, es que no puedo practicar violín porque Lomana (así se llama la gata de un amigo) me ha estado hablando todo el rato en clase y no me ha dado tiempo de hacer deberes y claro el profe, y también la vecina, y el mal tiempo que hace, y el cambio de hora, y que cara está la gasolina, y..." Y Boris intenta volver a echar la pelota fuera... siempre los demás.
Yo le digo:
—Hijo, (porque Boris es mi hijo aunque sea un gato) todo empieza por uno, uno hace un cambio y el entorno poquito a poquito cambia.
Una iniciativa puede cambiar en un sólo día el comportamiento de mucha gente. Mira: